miércoles, 16 de abril de 2008

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La ciudad apesta.
Pero eso, no le quita su atractivo.
Seguimos en Bs As y un fétido olor a polvos humeantes ha invadido la ciudad.
Pastizales, quemados sin escrúpulos. Más de una ciudad en niebla. Humo-niebla.

Darle alegría y alergia a mi sinrazón.
Las narices rojas están de vuelta, el poder del fuego… ahhhh.
Contracturas desbordándose y pidiendo auxilio ante ¨Fantasmas entre nosotros¨ que suena.
Un extraño me regaló un peso hoy.
En realidad quiso darme uno y cincuenta pero yo no necesitaba más. A cambio, no me quiso aceptar dos pesos.
Se abalanzó, una sonrisa.
Me regalaron un peso.

Ah! Un beso!
Yo cambio ese peso por un beso.
Cuando erá más chiquilla aún, un chico que me agradaba me quiso hacer la broma… mientras por las nubes yo andaba lo dijo
Te apuesto que te doy un beso sin tocarte los labios. La más monga (para variar) hmm ¨no pues, pierdo¨
Tsss

Cosas de estar en las nubes de vez en cuando.
A pesar de este humo-niebla la Luna se observa tan linda.
Está amarilla.
No me gusta el amarillo, pero le queda bien. Parece que anda ofuscada la Luna.
Posee un bonito aro aunque algo sucio a su alrededor.
Pero aún así, me gusta.

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