viernes, 31 de julio de 2009

Te regalo un poco de Paciencia

Paciencia: RÍQUISIMO dulce que tiene apariencia de galleta, pequeña y SABROSA que venden en la plaza de armas de ICA.

Paciencia.... lo que nos contiene para no perder el equilibrio.

Doña Cata, a ud la veo inquieta. Comprendo bien sus viscisitudes.
Le obsequio un puñado paciencia, para que pueda reaccionar bien en el momento indicado.

Trankilidad Cata, a lo hecho Pecho y ud tiene suficiente. ya traerás cosas buenas. ;)

sábado, 11 de julio de 2009

Cafecito?

Cuánto estás dispuesto a pagar por un café?

Una pregunta que suele surgir cuando escucho: Qué caro!

Entiendo que es posible que existan productos para cada tipo de consumidor, es decir que podamos ser incluidos o excluidos, digamos felizmente discriminados para consumir ciertos productos o recibir servicios.
La edad, el ingreso, el momento que se vive (si se estudia y trabaja y encima se vive sólo -algo que es muy común en Argentina, comparándolo con otros países de Latinoamérica como Perú, Venezuela o Ecuador)-, la costumbre de inclinarse a pagar el mínimo monto cercano a la gratuidad (personalidades), la inflación que afecta siempre directamente a los bolsillos entre otros.
Esta bien, las cosas suben de precios y los sueldos posiblemente se estancan.

Pero… cuánto estas dispuesto a pagar por un café?

- Lo justo

El problema que surge aquí, puede ser que ese bendito café ha empleado todas sus acciones de marketing hacia un público amplio y olvidó hablar de lo que implicaría ese Café.
No todos van a tener la posibilidad de comprar ese café, no todos van a valorarlo y no todos van a querer sencillamente comprarlo.

Entonces, recuerdo a Wilensky hablando del Producto como un todo que incluye: cuestiones imaginarias, un precio, una función y algún tema que debo olvidar, ahora mientras disfruto de un cafecito en casa.

Y a Nagle, desde luego, charlando del Valor de las cosas.

El problema no es que el público piense que caro!
Bueno en parte lo es, pero… el problema es que la imagen de lo poco económico que puede resultar un producto o servicio, surge por que no hay un sentimiento o un concepto que realmente exprese su valor.

-Bah… es caro, no lo vale. Podrían decir

Y bueno, estará en los creativos y el departamento de marketing que busquen estrategia adecuada para comunicar el valor, una idea concreta o varias, que resalten las características intrínsecas (blah, blah y exitosos blah) de los productos y resaltar sus beneficios.

-Te lo compro!

El café es caro
-Quizás, pero obtengo o lo asocio a cosas o situaciones que me permiten discriminar al precio como un ente maligno que me aleje de acercarme a ese café, tan aromático que con una muy buena compañía puede aportar a una persona estar tranquilo, relajarse, distraerse.
En un lugar agradable, ser atendido.
Poder escoger la variedad de cafés y sus adicionales, saborearlo.
Y sobre todo disfrutarlo.
Cuánto estas dispuesto a pagar por Él Café?

Es tan caro el café?
Cuánto estarías dispuesto a pagar por un café si vale más que el simple hecho de ser un café con crema.

Nota: los teóricos como Nagle y Holden en su libro Estrategia y Tácticas de Precios hablan sobre el concepto del valor y que tener en cuenta al colocar los precios en función de ello. No basta con pensar cuánto es lo que voy a gastar en producirlo y cuanto pretendo ganar.
Crear una cultura consumista, en el que el valor refleje el monto en el que el consumidor está dispuesto a pagar, favorecerá tanto al cliente mismo y a la empresa.