sábado, 5 de mayo de 2007

Tiempo

Te esperé
con los labios firmes en silencio y con la mirada fija
las manos tendidas, sin rebeldía alguna
me entregué a tus fríos brazo
sen la oscuridad de la luz
sentada en el cemento frío
fumando
Me observabas atentamente
y murmurabas :no es tu hora,
no es tu hora.
Esperaré atenta
maldita hora
pues de sorpresa no vendrás
ya que pretendo disfrutar como perforas mis llagas
y me enseñas el camino para volver con èl.

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