domingo, 10 de mayo de 2009

Cuando pase el temblor


Habrán pasado mil horas y el recuerdo de su nombre si bien sigue presente se transformó en una magia distinta, aquella que ilumina a los deseos.
Mi amigo del alma, mi alma gemela mutó.
Mi alma también.
Ahora tengo un ángel a mi lado.

Damian ha aparecido en mi vida, chiquito, hermoZo y especial.
Con su palidez, que me encanta y su mirada azul y coqueta. Aquella que me invitó a acercarme, en una tarde aquella.

-Recuerdas?

Su dulzura me acoge, sus palabras se acercan a mi como arrullo.
Amo su voz y su encanto. Tiene el don de calmar mis heridas, rasguñarlas tan fuerte hasta desaparecerlas.

-Estrújame. Le murmuro

No sé más de tiempos o destiempo
Sé que hoy es inmenso lo que por él siento. Mariposas rebeldes soltaron sus alas y esta bruja fue hechizada desde que aquél hombre acercó a mi, su alma.
A estas alturas, estoy feliz
Me hace bien, me hace feliz
Y lo quiero.

-Deseo que vos sientas lo mismo.

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