sábado, 17 de enero de 2009

Sueños, sólo sueños son



Esta vez abrazé fuertemente a mi madre y le dije hasta siempre. Mi idea en el fondo era que me iría a Lobos a lanzarme en tándem. pensándo que no volvería.

De pronto me hallaba en una casa, un departamento en un piso tan alto con un gran ventanal por donde podía asomarme a observar los ventanales de mi escuela y al bajar la mirada encontrar a mis compañeros de la 95 y 97 gritando y festejando un partido de fútbol en la pequeña ancha de cemento que tiene ese colegio.
Yo lo buscaba y buscaba. No lo encontré. y estallé en llanto.
Desperté un instante por ese llanto y sentía que entre dormida y despierta lloraba, volví a soñar.

Habia salido a una fiesta con mi mejor amiga Katz M. y DZ, de pronto era hora de partir. habian dos chicos guapos que no conozco ni sé si existen. Eran morochos o morenos. Partí con DZ en un taxi, dejé sola a Motta y tuve que volver ansiosa a buscarla porque no debia dejarla sóla en ese momento. Mi desesperación fue tal, que al llegar a casa o algo similar, la empecé a llamar y llamar... al segundo intento me contesto. Aunque fue una mezcla de la voz de su madre y de ella. Pidiéndome que para la próxima volvieramos juntas.
fue una retada, suave.

Odio los sueños en donde hay un cable de teléfono de por medio.
noticias que no son buenas
odio los abrazos en sueños pues siempre son despedidas o hipocrecías.
odio despertar llorando por áquel hermoso que aún extraño tanto.

sólo espero que al caer flote
y sienta como las flores transparentes me reciben de a pocos
que el viento me despeje los oídos y con ese caer
pierda mi mente
y cuando halla partido
sea feliz
más, que como nunca, como siempre.

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