martes, 29 de enero de 2008

xvi.xi.mcmxcvi

El beso perfectoaquel inmundo que aplaco heridas del pasado aún presentede aquel retorno sin salida
Un beso a los dieciséis.

OH como odio este momento tengo la amargura atascada en mi garganta. El vino no la diluye ni por un instante. Volví a leer sus cartas, las mías, las que fueron nuestras.Fueron. Leí la calma de cada las palabras cuando la razón dejaba al corazón girar. Giraba locamente de arriba abajo. Tenía color, no era hosco y putrefacto. O quizás sí.Eran mis lentes carmesí que me falseaban el boceto de un coqueto corazón fuera de foco.El silencio de los sueños cuando tu mirada se hacia presente.El silencio de la vida cuando me permitía vivirEl reloj dejó de dar las horas para seguir su camino. Estancado en un débil puesto de ilusiones, baratas, caídas y absurdas.El infinito me indicaba el camino.Rebelde yo en aquellos momentos decidí el mío.No me equivoqué. Fue lo mejor.Pero a veces lo mejor no es necesariamente ameno.Su ida, fue buena.El camino elegido no lo sé. Pensé que como habíamos jurado cada quien jugaría a su antojo, volveríamos a nuestros fuertes brazos. Para jurarnos eternamente una unión.Hicimos un pacto y dolió.Hicimos que lo imposible se convierta en cierto.Hicimos de cada cual un mejor elemento.Para después retornar el camino, en direcciones opuestas.Pero... siempre el rencuentro percibe ese amargo momento del adiós.Sé feliz.Quizás en otro momento, no aki ni ahora. Yo lo sé, no te sueltoDe que sirve vivir un presente bajo el dominio de un extraño y antojado destino.Todo se vaTodo trasciende.Menos ese loco inmenso amor a ese el amor.Odioso.Lárgate de aki. Nunca más en mi.

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